La primera tarea consiste en una presentación, así que cumplimentaré los apartados que me han establecido:
3 detalles que me gustaría que conociéramos de ti:
- Soy profe de Educación Física (de "la gimnasia", que dicen algunos... con cierta dosis de ignorancia... o mala leche), y además imparto mis clases en inglés, o lo que me dejan los alumnos.
- Soy padre de 2 niños, un hombretón de 4 años y una mujerona de 2 años.
- Me llama poderosamente la atención el mundo de las nuevas tecnologías y su aplicación al ámbito educativo. La tecnología y la educación son materias en continuo movimiento, si parpadeas 1 vez y media ya llegas tarde.
2 actividades favoritas.
- Disfrutar de la gastronomía (me declaro apasionado a la comida japonesa)
- Practicar deporte, principalmente de equipo.
1 deseo que te gustaría ver cumplido.
Con grandes miras: un sistema educativo que realmente sirva y motive a los alumnos.
Con las siguientes tres imágenes os quiero mostrar mis expectativas e inquietudes:
El aula sin paredes, la educación en todas partes y la ilusión educativa e intensidad emocional de los niños en países con pocos recursos.
Imagen: Manuel Velo Martínez
El respeto hacia la naturaleza: pilar básico de cualquier civilización.
Los libros... la lectura... la imaginación... son todas herramientas para que la gente pueda ser gente.
Imagen: Francisco Javier Martínez Adrados
Todas las imágenes tienen la licencia Creative Commons Attribution-NonCommercial-ShareAlike 3.0 Unported (Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual)(CC BY-NC-SA 3.0), y extraidas del Banco de imágenes y sonidos del INTEF
Me gustaría hablaros ahora sobre un proyecto en el que participé en 2008, en un instituto de educación secundaria situado en Moraleja (Cáceres). Se llamaba "Plan de alfabetización emocional".
Un proyecto en el que abordamos la educación emocional y el trabajo de la inteligencia emocional en chicos de 1º y 2º de ESO que mostraban dificultades de aprendizaje, causadas por baja autoestima o por provenir de entornos familiares poco favorables para el desarrollo académico de los muchachos.
El proyecto conllevaba un periodo de formación del profesorado que me abrió los ojos a una realidad impactante: el sistema educativo tal y como lo conocemos se olvida casi completamente de un aspecto tan básico y principal como la inteligencia emocional de nuestros adolescentes. Nos esforzamos en que los estudiantes memoricen, relacionen, describan, clasifiquen, etc. contenidos de diferente índole, y nunca nos planteamos las emociones de los chicos, que pueden influir en la utilización más o menos acertada de los conocimientos adquiridos, en la motivación, en la capacidad de esfuerzo...
El objetivo consistía en hacerles ver, a través de diferentes juegos y actividades, la importancia de quererse a uno mismo tal y como es, para construir la persona más capaz posible, sin discriminaciones y sin estereotipos.
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